La presente edición ofrece tres de las seis comedias escritas por Terencio, las cuales constituyen un magnífico botón de muestra de un teatro que pretendió divertir, pero también hacer reflexionar, a los romanos del siglo ii a.C., y que legó a la cultura universal una obra impecable desde el punto de vista literario y dramático, auténtico espejo en el que se miraría la comedia europea medieval y moderna. Traducidas con el máximo respeto al original, La muchacha de Andros, La suegra y Los hermanos ponen a disposición del lector parte de la obra de uno de los principales dramaturgos de …
Terencio determinó en buena medida el gusto y el lenguaje de la comedia en el periodo clásico.
El comediógrafo latino Publio Terencio Afro estrenó entre los años 170 y 160 a.C. sus seis obras, todas las cuales se han conservado. Según Suetonio (que es la fuente principal de que disponemos en relación a este autor) nació en Cartago y fue un esclavo liberto que se acabó introduciendo en los círculos de la nobleza romana. Hizo un viaje a Grecia, a cuyo regreso por mar habría muerto (159 a.C.).
Sus seis comedias son Andria, La suegra, Formión, El eunuco, Heautontimorumenos (El que se …
Nacido en algún lugar de África, quizá Cartago, Publio Terencio Afro (c. 185-159 a.áC.) es uno de los grandes nombres del teatro romano. Inspirado por la Comedia Nueva griega, sobre todo por Menandro, de quien se ha perdido casi toda la producción, Terencio escribió comedias tan sobresalientes como Plauto. Su vida relativamente breve truncó su fulgurante carrera; aun así, se conservan seis de sus obras: Adelphoe (Los hermanos), Andria (La andriana), Eunuchus (El eunuco), Phormio (Formión), Heautontimorumenos (El atormentado), Hecyra (La suegra). Son elegantes comedias de costumbres, de un humor refinado, que se centran en enredos amorosos y cuentan con …
Un personaje indeclinable de la comedia plautina es el esclavo; su contrapunto o cómplice, el parásito. La picaresca de los esclavos y el hambre de los parásitos acabarían siendo legado de pícaros y graciosos. Y así, algunas palabras del Gelásimo de "Estico" podrían haber sido recitadas en octosílabos por cualquier gracioso de la comedia áurea: "Mi padre me puso el nombre de Gelásimo, porque ya desde chiquitito era muy gracioso. Y fue la pobreza la culpable de que me pusieran este nombre, porque ella me obligó a ser gracioso [...] Me dijo mi padre que nací en época de carestía. …
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